sino.

Se paseó por todos los rincones buscando vitaminas solares que desentrañaran de su cutis el color, grisáceo hasta ahora, apagado, pero feliz, seco, pero decidido.

Imaginó los raccontos posibles en su infinidad y voló mil millones de metros hacia el espacio hecha polvo de nube, y cítrico de limones y naranjas desdeñadas y que distraídas caían de los árboles cuando libélulas pasaban.

Cuando aterrizó en el aire desmembrado, plantó en el espacio flores de papel que se multiplicaron por la falta de agua, luz y oxigeno, y entonces sintió y divagó y dejó de pensar y sintió de nuevo.

Llamó a tres astronautas diferentes para que contestaran sus suplicas, y todos contestaron con vehemencias típicas de la gente de trajes blancos, sólo faltaba uno, y luego no faltaba nadie.

responde

(cambio)