Dilema

Era sofocante ver como los invitados desmenuzaban los recuerdos tan despiadádamente.

Si, bueno, tampoco se trata de sinísmo, a veces me sentaba a recordar, pero dolía, y me preguntaba si a ellos igual.

Curiosamente encontré un punto de distracción en la pared, y miré hasta que las voces de la sala eran cada vez más inevitables de oír -no es que yo haya querido- y fue así de simple como la distracción se dispersó por el status quo que coloreaba lúgubremente la sala cada tarde, de los colores que yo más odiaba y se auto-rociaba de vejez solitaria.

Regué las platas y hablé con el pez nuevo -porque estaba nervioso-, pero de fondo seguía escuchando como Ellos exponían su insulina desarmada a los experimentos científicos. Si, irresponsabilidad de mi parte exponerme al interior de otros, 'a veces podía ser peligroso' decían, 'y aburrido' quizás yo agregaba cuando era sofocante y apagada la voz.

El sentimiento era el mismo y siempre me faltaban palabras cuando tenía que escribirle algo.

'Juan, el otro día te vi paseando por la calle desde mi ventana. Eras como el mantel de la cocina, con el viento no te quedabas quieto. Te iba a gritar desde lejos para que fuéramos a tomar helados, pero tu amiga nueva -la de las piernas largas- se te acercó corriendo. Quizás tomemos helados otro día.'

Busqué la palabra 'Lonely' en el diccionario, y la llevé como escudo hasta encontrar algo mejor en que pensar, o alguien mejor en quien pensar.

Al final las voces se apagan y la hierba es más verde en otro lugar, más lejos de aquí.