¿díctame lo último?

Mintamonos.
Vivamos de mentiras, y supongamos que creemos que son realidad.
No dejemos que el universo nos de la respuesta a la verdad,
creamos que lo único que importa es caminar por la calle tomados de la mano,
que el perfume que dejaste esparcido va a llenar todos los vacíos,
que soy feliz sólo sabiendo que voy a volver a verte y vas seguir mintiéndome con esa acidez tan poco creíble y vana.
Dejemos que pierda el norte, el sur, el este y el oeste,
que me guíen tus brazos, falsos como tú, hacia la perdición nítida que me llenaba y me nublaba tanto.
Haz que las piezas de mi cuerpo te extrañen, que me vuelva loca tratando de buscarte para encontrarme con tus mentiras que me rompen y reconstruyen el alma,
que me hacen parecer una estúpida y me dejan expuesta a mi propia verdad.
Hazme quererte desbocadamente, sin  percepción ni conciencia.
Hazme ser la ingenua que he sido bajo el manto de tus inseguridades,
y difumina mis sentidos, para que sólo vea la lluvia cuando tu estés para cubrirme ella.
Miénteme, porque yo a ti no puedo mentirte.