{Esta noche me he convertido en algo que no soy}
Miró. No había nada que envidiarle y aún así todo era razón de malestar.
Esa noche imaginó que aprovechaba la luz de los faroles para ocultar la sensación de estrella caída que le provocaba el caminar por ese lugar.
No sabía si era una conformista o una especie de animal del buen vivir, porque lo cierto es que sabía todo y suponía que nada era lo bastante terrible como para caer rendida en lo vano de esos muros pintados con aerosol en lata que clamaban atención superflua.
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