Te atrapan con la mirada hasta que ven tu cara pegada al mostrador preguntando cuánto cuesta el corte de pelo. Te ponen cara de que sale barato y no puedes negarte, ya está decidido.
Apagan la colilla del último Belmont Light que les queda y se levantan del sillón con la más desgastadora de las expresiones, floreciendo desde las zapatillas carreteadas, hasta la mala teñida de pelo.
Te sientan frente a un espejo en el que te dedicas a analizarte de pies a cabeza tratando de averiguar por qué decidiste tomar esta decisión y ruegas que no te cuente de sus enfermedades o del últmo capitulo de la teleserie. Luego sacuden una capa vieja y te preparan para la operación con una de sus más conocidas maniobras *rociarte con agua*, ¿Para qué? nunca le pregunté.
--*¿Como te corto?*
--*Las puntas, sólo las puntas, están un poco quemadas, pero POR FAVOR {le ruegas} que quede más o menos del mismo largo POR FAVOR*
--*Si, yo creo que vamos a tener que cortar unos centímetros* {el peor de los indícios}
Y antes de que te des cuenta...Ella está con un secador de pelo y cremas especiales que hacen que el corte no se vea tan mal. Miras a tu alrededor tratando de distraerte y no ponerle mala cara, y sólo ves una revista CARAS de la farándula chilena.
--*¿Cuánto es?
--*Cinco lucas*
--*¿No eran cuatro?*
--*No, quizás se confundió*
Más ensima carera la Juana
TODAS SON IGUALES~
que creativa tu entrada, es genial tu estilo de narrar las cosas
ResponderEliminarsaludos!!!