
Con él ya saldamos cuentas y no le debo nada.
Francamente fue una decision impetuosa, pero muy sabia por parte de ambos, claro, para no conocernos.
Él salvó mi vida y yo le di una tasa de café, básicamente es lo mismo, y se me acabó la plata para la micro. No tengo nada más que dar para ustedes, damas y caballeros.
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